{...Te he mirado muchas veces, y no me he cansado de admirarte. He acudido a tus brazos siempre que he necesitado sentirme viva. Te he tomado de la mano para no perderme entre el tumulto de gente, y la he apretado siempre que mi corazón necesitaba decirte algo.
Sigo admirándote por todo lo que me das, sigo sintiéndome viva en cada abrazo donde siento cada latido de tu corazón, sigo buscando tu mano siempre que el mundo me separa de ti, y la multitud se interpone entre nosotros.
Esta sensación, estos sentimientos, cada nueva emoción que me haces fluir, te hacen y te convierten en una persona muy especial, alguien que me comprende, y que solo quiero que sea feliz...}