viernes


Peor que la convicción del no es la incertidumbre del tal vez, es la desilusión de un casi. Es el casi el que incomoda, entristece, que mata trayendo todo lo que podría haber sido y no fue. Quien casi ganó, todavía juega, quien casi murió está vivo, quien casi amó, no amó. Basta de pensar en las oportunidades que se escurrieron, en las chances que se pierden por el miedo.

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